La IVE tiene que ser ley

Desde la Secretaría de Género e Igualdad de Oportunidades de ADUBA celebramos la media sanción al proyecto de interrupción voluntaria del embarazo en la Cámara de Diputados que se dió el viernes 12 de diciembre. 

Desde ese momento sólo pensamos que el 29 de diciembre puede transformarse en un día histórico para el país en general; pero, sin duda, para cada una de nosotras que hemos estado luchando en las calles durante años para que este logro se materialice.

Cuando se habla de la posibilidad de que el 29 de diciembre la Cámara de Senadores transforme en ley la IVE no sólo estamos reconociendo que sería una paso más en  términos de garantizar los derechos sexuales y reproductivos de las personas gestantes; sino que consideramos que este hecho transformará a las mujeres en ciudadanas de primera porque tendrán la soberanía sobre sus cuerpo y la libertad del goce sin el peso del Estado sobre ellas, sobre nosotras.

Sin duda, luego quedará mucho por luchar porque las reivindicaciones del feminismo no se agotan en la sanción de esta ley; pero, sin embargo, consideramos que será un hito en nuestro movimiento.

A cada una de nosotras nos ha costado más que a los varones cada logro, cada paso en nuestra trayectoria, desde el sufragio -equivocadamente llamado antes universal, como si nosotras no fuéramos parte del universo adulto-, hasta la posibilidad de disponer de los bienes o la potestad sobre nuestras hijas e hijos. 

En el mismo sentido, esto nos ha transformado en un colectivo heterogéneo, inimaginable hace unos años por cualquier analista social; pero con tanto poder y fuerza que no se permitirá retroceder. Esta marea verde que inunda las calles, las plazas y también la Universidad, une personas de distintas edades y clases sociales que tiene en el 2020 un objetivo claro: “Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir”. ¡Que sea ley!

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